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- porque... mi hermana padece
- y mi pobre madre... llora!
- porque... mi hermana padece
Diego. ¿Llora? ¿Quién la hace llorar?
- Di: quién.
- Di: quién.
Faustino. Ya te lo diré. (Sin atreverse á ello.)
Diego. Cuenta. (Cojiéndole la mano cariñosamente.)
Faustino. Diego... yo no sé
- si eso se debe contar.
- Yo leí que uno confió
- á cierto amigo un secreto
- y éste fué tan indiscreto
- que el secreto divulgó.
- Deplorando acción tan mala
- el del secreto, decía:
- —«La culpa es de quien lo fía
- y no de quien lo propala.»—
- Le tendria gran cariño
- al amigo el muy confiado.
- (Deigo le insta para que hable.)
- (Deigo le insta para que hable.)
- Si un hombre no es reservado,
- ¿cómo podrá serlo un niño?
- si eso se debe contar.
Diego. ¿Quieres tú que me desmande?
- En que hables tengo empeño.
- Verás un hombre pequeño
- mas formal que... un niño grande.
- Habla, que quiero saber
- la causa de tu pesar.
- En que hables tengo empeño.
Faustino. No te la quiero contar,
- que te voy á entristecer.
- que te voy á entristecer.
Diego. ¿Entristecerme? ¿Creíste
- con esa escusa engañarme?
- Al punto vas á contarme...
- con esa escusa engañarme?
Faustino. ¿Qué?
Diego. Eso que te pone triste.
Faustino. Cuando fui á casa á pasar,
- Diego, el dia de mi santo, ..
- Diego, el dia de mi santo, ..