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113 GINA LOMBROSO SANO DODODIDIDODDDOADEDEODADDDDDIDDADADDDDDDDDDRI

cuela. Al revés que el hombre, la mujer que resulta una cole- giala tan estudiosa, una maestra tan celosa y concienzuda en lo de preparar las lecciones... estudia luego poquísimo por cuenta propia, y eso precisamente porque cuando se tra- ta de enseñar y aprender viene a caer el estudio en la cate- goría de la actividad genérica, de la acción necesaria para rea- lizar un fin deliberado, mientras que el estudiar por cuenta propia es cosa que hace relación a la pasión abstracta por el estudio.

Obsérvese que la mujer prefiere los estudios que requie- ren mucha actividad, que se han de aprender mecánicamen- te. repitiendo unos mismos actos hasta lo infinito, hasta que se convierten en automáticos, antes que aquellos otros que demandan una gimnástica intelectual, reflexión; y que las mujeres que se dedican a estudios teóricos, conságranse, casi todas, salvo alguna que otra excepción, a trabajos eruditos, lo que confirma al público en su ilusión de que la mujer siente pasión por el estudio. Pero si existe algo contrario: a la pasión por el estudio, son los trabajos de erudición, se- gún se llevan a cabo en la mayoría de nuestras universida- des, verdaderos catálogos minuciosos, en los cuales puede extingui:se toda una vida sin consumir dos adarmes de ce- rebro y de reflexión o intuición. y la actividad en punto de copiar citas y textos, suplanta al tesón que se requiere para seguir con insistencia un estudio determinado y llevarlo a la perfección.

La mujer que tiene cerrados tantos campos de activi- dad, «hace música, pinta, escribe y a veces investiga, como antes dije, sencillamente por ocuparse en'algo. Tres cuartas Partes de esas señoritas que tocaban con supuesta pasión el piano, sólo sienten pasión por la actividad agradable y me- cánica que ese estudio requiere. Efectivamente, la mujer .del pueblo, que tiene otros muchos modos de matar el tiempo, no se dedica nunca a la música; la señorita, luego que se casa y encuentra ya otras ocupaciones, da de lado a la música, mientras que el obrero se consagra a ella aunque tenga que trabajar diez horas al día.

Muchos ¡jóvenes que sienten pasión por la música, no se dedican a ella por no tomarse el trabajo de estudiar; pero