2. GINA LOMBROSO una lupa. Lo que sólo constituiría una contrariedad para una mujer del norte, resulta una tragedia para la italiana; sólo que en el fondo los sentimientos son los mismos.
La señora Lombroso de Ferrero es enemiga del fe- minismo, creyendo que la misión de la mujer, hoy como ayer y mañana como hoy, habrá de cifrarse en amar y sacrificar- se en bien de! prójimo para granjearse su afecto.
Estima que la mujer no tiene interés alguno en recla- mar nada de lo que los hombres poseen, por el simple hecho de poseerlo los hombres, ya que muchas de las prerrogativas de que éstos gozan resultaríanle a la mujer otras tantas car- gas, por lo que aquélla ha de pedir más bien lo que responda u sus interesés y aspiraciones, sin meterse a averiguar lo que los hombres posean.
La señora de Lombroso de Ferrero opina que una mu- jer del montón es más feliz y hace más felices a los demás, sometiéndose :a las tradiciones, que son las experiencias cris- talizadas de muchos siglos, que no pretendiendo proceder por su cuenta y riesgo.
Mas no se opone a que esas tradiciones vayan evolucio- nando; es más, quisiera que así fuese; sólo que piensa que únicamente la mujer superior, que ha pasado por la escuela del sufrimiento—porque es en esta escuela donde las mujeres superiores se forman—tiene derecho a poner la mano en esas tradiciones. Sólo las mujeres que sufrieron y tuvieron la energía suficiente para remontarse de sus propios dolores a las causas generales de que se derivan, hállanse capacitadas pa- ra modificar las tradiciones.
Demuestra, de esta suerte, que la inteligencia de la mu- jer es distinta de la del hombre, que ambos han sido hechos para completarse. y que el nive! intelectual de mujeres y hom- bres desciende cuando unos y otros viven independientes y aislados, aplicándose a los mismos fines. Este libro habrá de suscitar y ha suscitado muchas discusiones en todos lo paí- ses; pero muchos prejuicios habrá de temer quien no sienta el interés más vivo al leer estas observaciones, que -ponen de manifiesto muchos rasgos ocultos del alma femenina. Las [np palabras que emplea al hablar de la misión de
mujer, de las barreras que a ésta la separan del hombre,