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Página:Lombroso El alma de-la mujer.djvu/52

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50 GINA LOMEROSO II


No hay mujer que no haya tenido que habérselas en su vida con mujeres terriblemente perversas. Pero sí buscáis en el fondo de esta maldad, no hallaréis otra cosa las más de las veces que una diferencia de criterio, que la mujer, no queriendo o no pudiendo admitirla, carga en la cuenta de la perversidad.

INTOLERANCIA

La obstinación y la parcialidad unidas engendran la intolerancia, que no se aviene a soportar en los demás ten- tencias y gustos diferentes de los propios.

El concepto de la libertad, la idea de que las otras mu- jeres que la rodean puedan sentir deseos y profesar ideas distintas de las suyas, concebir el bien de otro modo que, como ella, encontrar inteligente lo que a ella se le antoja estípido o tener confianza en el médico o el maestro que a ella no se la merece, son cosas que no puede admitir la mu- jet.

Si la mujer tuviere a su cargo un obrador, una escue- la, una casa, no se contentará con dirigir y enseñar, sino que querrá también que las operarias, las alumnas que a su mando tiene, tengan buen alojamiento, buena comida y quien moral e intelectualmente dirija sus conciencias de un modo acertado, es decir, según las reglas de higiene, de edu- cación, de instrucción y de cocina adoptadas por ella; pre- tenderá que sus subordinadas críen a sus hijos como ella educó a los suyos y administren sus casas como ella admi- nistra la suya; que sean ya activas, ya pasivas, ora benéfi- cas y generosas, ora avarientas, según sea ella misma; les exi- girá severidad o manga ancha en las costumbres, según la conducta que ella observe; que traten al marido, al superior, al hijo, al padre y al maestro como ella los trató y sigue tratando; en una palabra, que gocen con lo que hace sus delicias y sufran con lo que a ella enoja.

La mujer desea que todas las demás mujeres que tiene a su cargo la tengan por modelo. Con frecuencia oiréis a las mujeres ponderar como un gran triunfo suyo el hecho de haber conseguido que otras las imiten; y también las oi- reis jactarse sucesivamente de haber logrado volver parlan-