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pájaro de obscuro plumaje y que parece tan serio y fuerte!
Sta. Raquel. — No, querido, el cóndor no es un pájaro, sino un ave de rapiña.
Raúl. — ¿Roba algo el cóndor?
Sta. Raquel. —Sí, en los valles andinos roba cor- deros y cabritos, a los S que prende con sus fuer- tes garras, llevándolos por los aires para devo- rarlos luego con su cor- vo pico.
Eloisa. —¡Qué horror! , ¿Cómo puede gustarte el cóndor? Carlos. á
Carlos. —Me gusta su la y aspecto tan grave y ma- | jestuoso. o
Sta. Raquel. — Tienes Cóndor. razón; no en vano lo llaman el rey de los Andes. Vive en los más altos picos y vuela a alturas que ninguna otra ave alcanza, a excepción del águila.
El cóndor es originario de la América del Sur y algunos lo llaman el águila de América.
Lía. —El cóndor es hermoso sin duda; pero me gusta más el león. ¡Ese sí que parece un rey!
