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Por todas partes, las yemas, que dormían en- vueltas en sus abrigadas capitas, están abriéndose, para dar paso a ramitos de hojas verdes muy pequeñas y encrespadas.
¡Es una delicia ver las plantas en el campo! mamá.
Como a todos nos llamaba la atención el aspecto de los árboles, la señorita cortó algunas ramas de uno cuyas yemas no habían abierto aún, y nos las repartió diciéndonos que las pongamos en un jarro con agua, y que de aquí a una semana, veremos una cosa lindísima. Estas yemas, que están ahora cerradas, se abrirán muy pronto, dejando aparecer hojas verdes o flores rosadas.
Vamos, pues, a tener un precioso ramo, un ver- dadero ramo mágico, porque ¿quién hubiera creído que de estas ramas, al parecer secas, pudieran bro- tar hojas y flores ?
— Tienes razón, hijo mío, el ramo que me has traído será un verdadero ramo mágico, pues má- gica es también la Primavera que hace brotar la vida de seres al parecer muertos.
25 Tmita a la naturaleza que trabaja en primavera para tener el derecho de descansar durante el invierno.