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Yo también he traído arroz, pero del Piamonte, según dice el almacenero.
Sta. Raquel. — Lo mismo podría ser de la India, del Jamón o de Pueumán; pues el arroz se cría en todos esos y otros puntos más.
Y tú, Horacio, ¿no trajiste nada? Has ol- vidado que hablaría- mos hoy de los cereales más comunes.
Horacio. — No, seño- rita; lo recordé muy bien y se lo conté a mamá, quien me dijo: podrías llevar la espiga dé maíz que está col- gada en la despensa.
Aquí la tengo, pero no sé si esto es un cereal, porque, según veo, mis compañeros han traído granos sueltos.
Sta. Raquel. —¡Cómo no! Horacio. Tú también has traído un cereal, y me gusta mucho la idea de tu mamá.
Díganme, niños, ¿han visto alguna vez espigas como ésta?
