=7—
sonas se verían en dificultades para saber la hora en los días nublados y durante la noche.
Sta. Raquel. — Muy bien, Luis; tú has visto el mismo inconveniente que hizo abandonar a los hombres el reloj solar. "
Un rey de Inglaterra muy estudioso, llamado Alfredo el Grande, inventó el reloj más original que se haya conocido.
Consistía en seis velas de cera del mismo tamaño y grueso, cada una de las cua- les estaba dividida en cua- tro partes por medio de se- ñales hechas con tinta.
El rey había calculado que cada vela tardaba cuatro horas en consumirse, y que por lo tanto, cuando se con- sumían las seis velas, habían pasado un día y una noche. Es q Cada división representaba - Alfredo cl Grande y su extraño una hora. De manera que reo cuando se había consumido una vela y dos partes de la segunda, podía asegurarse que eran las seis de la tarde, suponiendo que la primera vela hubiese sido encendida a mediodía.