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Las casas de vecindad son visitadas periódicamente por inspectores de higiene, encargados de velar por la salud de sus habitantes y hacer conducir al hospital o casa de aislamiento a todo enfermo que esté mal cuidado o padezca alguna enfermedad contagiosa.
En fin, en cualquiera oficina pública a que acudas serás atendida por empleados que el gobierno paga con el fin de que sirvan al público.
Esta misma escuela a que concurres ha sido edificada y amueblada por el gobierno, quien paga el personal y la sostiene.
— ¿Todo eso hace el gobierno?
— Y muchas cosas más que sería muy largo cnumerar.
— ¿Sabe, señorita, lo que se me ocurre? Hace un mo- mento usted decía que tenemos a nuestro servicio un ejér- cito de empleados; y yo pensaba que hay, sin embargo, gran diferencia entre ese ejército y el ejército militar.
— ¿Por qué dices eso?
— Pues porque éste carga armas y aquél no.
— Te equivocas, también las carga, sólo que sus ar- mas son las del trabajo tranquilo, las que ayudan a vivir, mientras las del otro, son las que siembran la muerte. Pe- ro como ambos trabajan y cumplen con su deber, bien po- demos compararlos, llamando al ejército de que hablamos ahora el ejército de la paz.
TEMA DE CONCURSO. — Propóngase cada uno de ustedes visitar una ofici- na o establecimiento público, y si no pudiera hacerlo, averiguar por lo menos cuántas clases de empleados tiene, y qué servicios presta cada uno. El que tenga una lista más completa ganará el concurso y se llevará el premio que de antemano hayan señalado ustedes,