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LAS FLORES DEL GUAYACÁN
Cuenta la vieja leyenda
De una raza desgraciada, Que fué en los pasados siglos De esta tierra, soberana;
Raza que tuvo su historia, Péro una historia de lágrimas, Copiosa como los ríos
Que bajan de la montaña.
Historia que yo he leído, Con el alma desgarrada,
En las rocas y en los árboles De los valles de mi patria,
Que allá en los lejanos bosques, Donde florece la caña
Y confunden sus aromas
El dátil y la guayaba,