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jantes, médicos, profesores, industriales, comerciantes y demás individuos útiles; porque, seguramente, no habrá uno solo de ustedes que prefiera la holganza a la vida digna del que se gana el propio sustento y contribuye al bienestar de los demás. :
Todos los pueblos civilizados reconocen que los indivi- duos son dueños del dir.ero que ganan trabajando, de los
Plaza del Congreso en la Capital federal.
inventos que hacen, de los libros que escriben, de los cua- dros que pintan, y de todo aquello, en fin, que sea obra de su inteligencia y de su trabajo.
Por eso las leyes de todos los países castigan a los que se apoderan de lo ajeno, por insignificante que sea el valor de la cosa robada, reconociéndose en todo el mundo que la propiedad es un derecho sagrado que el hombre adquiere por el solo hecho de nacer dotado de inteligencia y capaz de trabajar.
