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Cayo Cornelio Tácito.

cortar un monte entre el lago Fucino (1) y el río Liris, para que pudiese ver más número de gente la grandeza de aquella obra, se preparó en el mismo lago una batalla naval, como hizo antes Augusto, cavando para esto un estanque de acá del Tíber, aunque con bajeles pequeños y en menos número. Hizo Claudio poner en orden cien galeras de tres y de cuatro órdenes de remos por banco, y guarnecerlas con diez y nueve mil hombres, ciñendo en torno las orillas del lago con una calzada, como si fuera tierra firme, fundada sobre gruesas estacas trabadas y reforzadas entre sí, para quitar á los combatientes la esperanza de la huída.

Abrazaba con todo eso el circuito bastante espacio para el uso de los remos, y para conocer el arte de los pilotos en el divertir ó procurar el encuentro, y en las demás cosas que se acostumbran en batallas de mar. Estaban sobre las calzadas las cohortes pretorias y la gente de á caballo, y tenían delante de sí grandes torres y plataformas, desde donde podían descargar las balistas y catapultas. Lo restante del lago ocupaban las dos armadas que habían de pelear, con las galeras empavesadas y á punto de guerra; y como si fuera todo aquello un teatro, se hinchieron de innumerable cantidad de gente, venida de las tierras comarcanas y de la misma Roma á ver aquel espectáculo y dar gusto al príncipe, no sólo las riberas y los collados, sine las cumbres más altas de los montes. Estaba Claudio con el vestido imperial, llamado paludamento (2), y no lejos de él Agri(1) En el día lago Celano, en el Abruzo ulterior.—El río Lirim es el Garigliano.

(2) Era el manto militar que llevaban los generales y jefes superiores sobre su armadura, sujeto al hombro por un broche, igual al sagum que llevaba sobre la suya el soldado, sólo que era más grande, de un tejido más fino y de un color más delicado y rico, tal como el azul claro, el escarlata ó púrpura. Se equivoca, pues, el traductor español al llamarle vestido imperial, ya que era únicamente una pieza del traje, y aun ésta no peculiar y exclusiva de los emperadores.