Página:Los Anales de Cayo Cornelio Tácito. Tomo II (1891).pdf/88

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
82
Cayo Cornelio Tácito.

abiertas de golpe las puertas de palacio, Nerón, acompañado de Burrho, se muestra á la corte, que, á uso de guerra, estaba de guardia: á donde, por advertimiento del capitán, fué recibido con alegres aclamaciones y después metido en una silla de manos. Dícese que muchos estuvieron suspensos, mirando y preguntando por Británico, y que no mostrándose alguno que pudiese oponerse á lo contrario, siguieron al príncipe que se les ofrecía. Llegado, pues, Nerón á los alojamientos, después de haber hablado allí como convenía al tiempo presente y prometido el donativo, conforme á la libertad que usó su padre, fué saludado emperador. Siguieron al aplauso de los soldados los decretos de los senadores y el consentimiento de las provincias. A Claudio se decretaron honores celestes y se le celebraron solemnes exequias, conforme á las que se hicieron al divo Augusto, compitiendo en esto Agripina con la grandeza de su bisabuela Livia. No se recitó el testamento por no alterar los animos del vulgo con el enojo y desabrimiento de ver preferido en el imperio el antenado al hijo.