trodinámica de la materia móvil de Lorentz. Esta, que está de acuerdo satisfactoriamente con la experiencia, se apoya, en oposición a la teoría de Hertz, en la idea de un éter absoluto, rígido, en reposo. Sus ecuaciones fundamentales suponen, como sistema privilegiado, el sistema de coordenadas en reposo en el éter luminoso.
Pero estas ecuaciones fundamentales electrodinámicas de Lorentz cambian de forma si en ellas se reemplazan las coordenadas x, y, z, t con respecto a un sistema de referencia previamente escogido, por medio de las relaciones de transformación del principio de Relatividad de Galileo-Newton, por las coordenadas x', y', z', t' referidas a un sistema que se mueve, con respecto al primero, con movimiento rectilíneo y uniforme. ¿Es preciso de esto deducir que para los fenómenos electrodinámicos los sistemas de referencia, que se mueven unos con respecto a otros con movimiento rectilíneo y uniforme, no son equivalentes y que para la Electrodinámica no hay principio alguno de Relatividad? No; de esto no hay que sacar tal conclusión, puesto que, conforme se indicó, el principio de Relatividad de la Mecánica clásica, con su grupo de transformaciones, no representa la única manera de poder expresar la equivalencia de sistemas de referencia, animados, unos respecto a otros, de movimiento rectilíneo y uniforme. Como nosotros expondremos a continuación, el postulado de Relatividad puede ser igualmente enlazado con otro grupo de transformaciones. Tampoco la experiencia parece ofrecer motivo alguno para contestar afirmativamente a la anterior pregunta; pues han fracasado todos los esfuerzos realizados para comprobar, por ex-