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levantó, se fué á la mesa de escribir, tomó aquella pluma fatal, y escribió á su padre una carta en que se expresaba con grande entusiasmo y ilena á un tiempo de afliccion y de esperanzas; é implorando su perdon, se manifestaba dispuesta á todo lo que pudiera agradar al que habia de concedérsele.

CAPÍTULO X.

Momentos hay en que el ánimo, especialmente el de los jóvenes. se halla dispuesto de manera que basta la más leve insinuacion para lograr todo lo que tiene apariencias de bien ó de sacrificio. Estos momentos, que deberian mirarse con timido respeto, son justamente aquellos que acecha la astucia para aprovecharse de el:os al vuelo y encadeuar una voluntad que no está sobre aviso.

Leyendo el Principe la carta de su hija, vió el camino abierto para el logro de sus antiguas y constantes miras.

Mandóla llamar inmediatamente, y se preparó para machacar el hierro en caliente. Llegó, con efecto, Gertrudis, y sin levántar los ojos á mirar á su padre, se echó á sus piés, teniendo apénas ánimo para decirle: «;Perdóneme usted!» El Principe la hizo señal de que se levantase, y con voz no muy propia para infundirle ánimo, le contestó que no bastaba desear el perdon y pedirle, pues cra cosa natural que así lo hiciese cualquiera que se considerase delincuente y temiese el castigo, sino que convenia merecerlc.

Gertrudis, con gran sumision y temblando, preguntó qué era lo que tenia que hacer. A esto el Principe (nos repugna en este momento darle el título de padre) no contestó direclamente, sino que empezó á hablar con extension de la culpa de Gertrudis, y sus palabras herian el corazon de la desgraciada á manera de una mano áspera que pesa sobre una llaga. Continuó diciendo que, áun cuando hubiese p0- di !o tener intencion alguna vez de colocarla en el siglo, ella misma habia puesto un obstáculo insuperable á semejante determinacion, pues una persona de su honradez jamás hubiera cometido la bastardía de entregar á un caballero una jóven que habia dado tan mala cuenta de sí misma. Anonadada estaba la infeliz Gertrudis; y suavizando