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apostábanselas los pretendientes en la música, y á quién descifraria algun acertijo o enigma propuesto . Iban ade lante los brindis despues de la comida , cuando Hipóclides , que era el héroe y buſon de la fiesta ,mandó al dautero que le tocase la emmelia[1], y empezada ésta , la bailó con mucha gracia ymayor satisfaccion propia ; si bien Clistenes , observando todas aquellas fruslerías, le miraba ya de mal ojo . No paró aquí Hipóclides: descansó un poco , é hizo que le trajesen una mesa, la cual puesta allí, bailó primero so bre ella á la Lacónica,despues danzó á la Atica con gestos muy ajustados ; finalmente dió sus tumbos encima de la mesa , la cabeza abajo y los piés en alio , haciendo manos de las piernas para los gestos . Clistenes, si bien viéndole bailar la primera y segunda danza se desdeñaba ya en su interior de tomar por yerno á Hipóclides , á un bailarin tal y sin vergüenza, reprimíase con todo no queriendo descon certarse contra él; pero al cabo cuando le vió dar tumbos y vueltas y zapatetas en el aire , no pudiendo ya mas con sigo , lanzóle estas palabras: -— « Ahora sí, hijo de Tisandro , que como saltimbanquis acabas de escamotearte la no via.» Y replicóle el mozo: - ;Qué se le da á Hipóclides de la novia?» cuyo dicho quedó desde entónces en proverbio .

CXXX. Clistenes, haciendo que todos en silencio le oye sen ,habloles asi: – «Pretendientes de mi hija ,muy pagado estoy de las prendas de todos vosotros, y si posible me fuera , á cada uno de vosotros daria con gusto la novia sin elegir en particular á ninguno y sin desechar a los demas . Pero bien veis que tratándose de una doncella sola , no cabe contentaros a todos: mi ánimo es regalar a cada uno de los que no alcanzeis la novia un talento de plata en prueba de lo mucho que me honro con haberla todos pre


  1. Seria la emmelia una especie de danza muy conocida, no menos que la Atica y la Lacónica que más abajo se citan , de las cuales confieso no poder dar razon alguna.