Página:Los nueve libros de la historia de Heródoto de Halicarnaso - Tomo II (1898).pdf/77

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gravemente calumniados para con los Persas, estaban re sueltos á declararles la guerra . Alli, en una asamblea del pueblo , dijo en público Aristagoras lo mismo que en Esparta habia dicho por lo tocante a las grandes rique zas y bienes del Asia , y tambien à la milicia y arte de la guerra entre los Persas, tropa débil y fácil de ser vencida, no usando ni de escudo ni de lanza en el combate . Esto decia por lo concerniente á los Persas ; pero respecto a los Griegos , añadia que siendo los Milesios colonos de Atenas , toda buena razon pedia que los Atenienses, á la sazon tan poderosos, les librasen del yugo indigno de la Persia. En una palabra , tanto supo decirles Aristagoras y 'tanto se atrevió á prometerles, como quien se hallaba en el mayor apuro, que al cabo les hizo condescender con lo que pedia ; y lo que habia imaginado que más fácil le sería deslumbrar con buenas palabras á muchos juntos que á uno sólo , este fue lo que logró alí Aristagoras, pues no habiéndole side posible engañar al Lacedemonio Cleomenes, le fué entón cesmuy hacedero arrastrar de una vez con su artificio á treinta mil Atenienses[1]. Ganado, pues, el pueblo do Atenas, conviene en hacer un decreto público en que or dena que vayan al socorro de los Jonios20naves equipa. das, y se declara por general de la armada á Melentio , su jeto el más cabal y de mayor reputacion que en Ate nas habia . ;0minosas veinte naves , y armada fatal, que fue ron el principio de la comun ruina de los Griegos y de log Bárbaros![2].

XCVIII. Aristagoras, que volvió por mar á Mileto antes


  1. Témese, con razon , que sea exagerado el número , pues consta por los domas escritores que los ciudadanos Atenienses que podian votar en s'is asambleas solian ser veinte mil únicamente .
  2. Reprende Plutarco este pasaje de Herodoto como si abomi. para de las naves que levantaron bandera para la libertad de la Grecia ; pero nuestro autor no las llama autoras, sino principio y como señal de tantos desastres como sucedieron, originados de la rebelion jónica y de la ainbicion persiana .