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luna aquel animal. Muerta la víctima, juntan la punta de su cola , el bazo y el redaño, y cubriéndolo todo con la gordura que viste los intestinos, lo arrojan á las llamas en vuelto de este modo. Lo restante del tocino se come en el dia del plenilunio destinado al sacrificio, único dia en que se atreven á gustar de la carno referida. En aquella fiesta , los pobres que faltos de medios no alcanzan á presentar su tocino , remcdan otro de pasta, y lo sacrifican , despues de cocido, con las mismas ceremonias.

XLVII. En la solemne cena que se hace en la fiesta de Dioniso acostumbra cada cual matar su cerdo en la puer ta misma de su casa, y entregarlo despues almismo por querizo á quien lo compró para que lo quite de allí y se lo lleve. Exceptuada esta particularidad , celebran los Egipcios lo restante de fies con elmismo aparato que losGrie gos. En vez de los Phalos usados entre los últimos , han iaventado aquellos unos muñecos de un codo de altura, y movibles por medio de resortes, que llevan por las calles las mujeres moviendo y agitando obscenamente un miem . bro casi tan grande como lo restante del cuerpo . La flauta guia la comitiva , y sigue el coro mujeril cantando himnos en loor de Baco ó Dioniso . El movimiento obsceno del idolo y la desproporcion de aquelmiembro no dejan de ser para los Egipcios un misterio que cuentan entre los demas de su religion[1]. - XLIX. Paréceme averiguado que Melampo , el hijo do Amiteon , no ignoraria , sino que conoceria muy bien , esta especie de sacrificio, pues no sólo fué el propagador del nombre de Dioniso entre los Griegos, sino quien introdujo entre ellos asimismo el rito y la pompa del Phalo, aunque no dió entera explicacion de este misterio , que declararon,


  1. Lo que el autor calla por escrúpulo lo callaré por pudor, lo ménos que la version vulgar del Falo, etc. Esta costumbre obso cada duraba aún entre las naciones más cultas en el siglo III.