ce es la misma Artemis de los Griegos. El templo está en un terreno que parece una isla por todos lados menos por su entrada , pues que desde el Nilo corren dos acequias de cien piés de anchura cada una, con su arboleda que les da sombra , las que entrambas por diferente lado van sin jun Larse hacia la entrada del templo. Sus pórticos, adornados con figuras de seis codos , obra de mucho primor, tienen diez orgias de elevacion . Es de notar que hallándose cons truido el templo en el centro de la ciudad , se deja ver con todo por cualquier parte se vaya girando; lo que sucede por haberse alzado con el tiempo el piso de la ciudad con un nuevo terraplen , y mantenido el templo en el plano in ferior en que desde el principio se edificó, quedando asf patente y visible de todas partes. Una cerca esculpida con figuras en toda su extension , rodea y ciñe el lugar sagrado, y dentro de ella hay un bosque de árboles altísimos, que rodea a su vez el gran templo , de un estadio asíde fongitud como de anchura , dentro del cual está la estatua de la dio sa. Delante de la entrada del templo corre un camino empe drado, de tres estadios de largo y unos cuatro pletros de ancho, con una arboleda alta hasta las nubes que á uno y otro lado se ve plantada . Este camino lleva al templo de Mercurio , y con esto concluimos la digresion .
CXXXIX. Por fin , segun cuentan , pudieron verse libres del Etiope, gracias a una vision que tuvo en sueños , que lo obligó a escaparse á toda prisa : parecíale durmiendo ver un hombre a su lado que le sugeria la idea de destrozar y partir por medio a todos los sacerdotes, despues de man darlos juntar en un mismo sitio. Pensó consigo mismo que aquella vision no podia menos de ser una prueba y tenta cion de los dioses, que con ella le inducian á cometer la mayor impiedad, para que llevase por ello su castigo de parte del cielo ó de parte de los hombres, que él se absten dria de cometerla ; y puesto que habia cumplido el plazo de su imperio en Egipto , que los mismos diases le habian