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. cito , los guerreros del país no quisieron tomar las armas : -en defensa de Seton . Viéndose el sacerdote rey en tan apu . rado trance , entró en el templo de Vulcano , y alli á los piés de su idolo plañia y lamentaba la desventura que iba. ya a descargar sobre su cabeza . En medio de sollozos y suspiros sorprendible el sueño, segun dicen , y mientras dormia se le apareció su dios, quien le animó, asegurán dole que si salia á recibir el ejército de los Arabes con sus tropas voluntarias, ningun mal le sucederia ; que el mis mo dios se encargaba de la defensa , y cuidaria de en viarle socorro . Confiado en su sueño , anímase el sacer dote á juntar un ejército con los Egipcios que de buen grado quisieran seguirle, y se atrinchera con ellos en Pe .. lusio , que es la prierta del Egipto . Ni un solo guerrero do profesion se contaba en las tropas que se le juntaron , sien do sus soldados todos mercaderes, artesanos y regatones vendedores . ¡Cosa singular! despues que llegaron a Pelu sio , sucedió que los ratones agrestes , derramados por el vecino campo de los enemigos, comieron de noche las alja bas , comieron los nervios de los areos , y finalmente , las mismas correas que servian de asas en los escudos. Venido el dia , hállanse desarmados los invasores , entréganse á la fuga y perecen en gran número[1]. Al presente se ve toda vía en el templo de Vulcano la estatua de mármol de este rey con un raton en la mano, y en ella se lee la inscripcion siguiente: « Mirame, hombre, y aprende de miá ser reli gioso . »

CXLII. A propósito de lo referido , decíanme los Egip cios á una con sus sacerdotes, y lo comprobaban con sus


  1. No se ha averiguado si Taraca, rey de Egipto, que salió con tra Senaquerib, citado en el libro4.° de los Reyes, es el Seton de Herodoto; pero no veo por qué el exterminio de los Asirios por un ángel, segun la Escritura , deba explicarse por la vision verdadera ó , supuesta de pues lo primero es de fe divina, y lo segunda una de las historias de Herodoto .