Página:Los nueve libros de la historia de Heródoto de Halicarnaso - Tomo I (1898).pdf/290

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
292

reos, ni convencidos de culpa alguna notable : los Persas quizá , si continuais en esa conducta , se os podrán suble var. Me perdonareis esta libertad que tomo en atencion à que Cyro vuestro padre, con las mayores véras,me encargo que cuando lo juzgase necesario os asistiese con mis pre venciones y avisos.» Aconsejábale Creso con mucho amor y cortesía ; pero Cambises le contestó con esta insolencia : « Y tú , Creso, ¿tienes osadía de avisar y aconsejar á Cambi. ses ? ¿tú que tan bien supiste mirar por tu casa y corona; tú que tan buen expediente diste á mi padre, aconsejándolo que pasara el Araxes contra los Masagetas cuando querian pasar á nuestros dominios ? Digote que con tu mala política te perdiste á ti, juntamente con tu patria , y con tu elocuen cia engañaste á Cyro y acabaste con la vida de mi padre . licites más por ello , Pero ya es tiempo que no te pues mucho hace ya que con un pretexto cualquiera debie ra yo haberme librado de tí.» No bien acaba de hablar en este tono, cuando va por su arco para dispararlo contra Craso ; pero éste, anticipándosele, sale corriendo hácia fuera. Cambises, viendo que no puede alcanzarle ya con sus flechas, ordena á gritos á sus criados que cojan y maten á aquel hombre; pero ellos, que tenian bien conocido á sui amo, y profundamente sondeado su variable humor, toma ron el partido de ocultar entretanto á Creso. Su mira era cauta y doble , ó bien para volver á presentar á Creso vivo y salvo, en caso de que Cambises arrepentido lo echara ménos, esperanzados de ganar entonces albricias por ha berle salvado, ó bien de darle muerte despues, caso de que elrey , sin mostrar pesar por su hecho , no deseara que Creso viviese. No pasó , en efecto, mucho tiempo sin que Cambi ses deseara de nuevo la compañía y gracia de Creso ; sábenlo los familiares , y le dan alegres la nueva de que tenian vivo á Creso todavía . «Mucho me alegro, dijo Cam bises al oirlo , de la vida y salud de mi buen Creso; pero vosotros que me lo habeis conservado vivo no os alegrareis