hicl, porque es gran medicina y se vende muy cara. Con ella se eura la hidrofobia; resuelve les partes difíciles y desarraiga en breves dias la ruberenlósis. La carne es asimismo muy buena de comer. Estas serpien tes devoran los cachorros de los leones y de Jos oses. Se crian tambien en este país hermosos caballos, que se llevan á vender á la India haciéndoles dos ó tres muños en la cola, porque encuentran muy feo que el cabalio la sacuda cuando va el jinete montado. La gente cabalga á estilo frances, y usan armadura de cuero de búfalo, lanzas, escudes, ballestas y sactas muy teseas. Antes de que los conquistase el gran Kan, observaban la siguiente costumbre: Si llegaba á hospedarse en casa de alguno de ellos un hombre de gentil apostura, lo mataban durante la noche con veneno ó de otro modo, y no por robarle, sino porque creian que la gentileza de aquel homore se quedaba en la casa.
CAPITULO XXXV.
A cinco jornadas de la anterior, de habitantes idólatras y sometidos al gran Kan.
La capital se llama Uncian. Los hombres y las mujeres se cubren los dientes con planchuelas de oro hechas á medida. Ellos