cuanto pueden. Del fondo sacan unas ostras que son las que producen las perlas: éstas son tantas que causa maravilla, y se reparten por todo el mundo. Fuera de los meses indicados no se encuentran las ostras más que en los de Setiembre y á 300 millas de distancia.
En Malabar no tienen necesidad de sastres, porque todo el mundo anda en cueros á causa de la benignidad del clima; sólo se cubren las partes pudendas. El rey va como todos los demas, y sólo se diferencia en que el taparabos es mas fino, y en que lleva un collar de piedras preciosas y un cordon de seda con 104, entre perlas y rubíes, que le sirve para contar otras tantas oraciones que tiene que dirigir todas las mañanas á sus ídolos, porque así lo dispone su ley y así lo hicieron sus mayores. En los brazos ostenta tres brazaletes de oro cuajados de piedras preciosas y tres iguales en las piernas. Es incalculable el valor de todas estas joyas. Á nadie es permitido exportar piedras que ex cedan de média drama: al contrario, todos los años se echa un pregon para que cuan tos poscan alguna que sea buena la presen ten en la corte, donde se les paga á precio doble: los comerciantes obedecen este man dato y son generosamente recompensados.
El rey tiene 500 esposas: en cuanto ve á una doncella ó mujer que le gusta, se la
