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Página:Los zapatos colorados.djvu/61

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LA TETERA.

en mí; todo el mundo la admiraba y extasiaba ante sus colores tan delicados; su perfume embalsamaba y yo estaba muy ufana de haberle servido de cuna.

» Un día vino á verla un aficionado á flores y declaró que merecia un tiesto mejor que una vieja tetera; y para trasplantarme con más facilidad, me partieron en dos pedazos. ¡Oh dolor moral y fisico! Me echaron al corral y aquí me he quedado hecha un tejo cualquiera. Á veces me cogen los niños como juguete y esto me da algunos momentos de placer, que, aunque raros, me consuelan recordándome mi alto destino. La flor que nació en mi seno, ha ido á parar al salon al que serví tanto tiempo de adorno. »