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Me interesan, por ser un trabajo muy fino...

Entiendo algo de eso, porque conozco un poco el oficio de cerrajero... por eso los he tocado...

—Bueno, escucha: ¿Quieres decirme qué he leído ?

—Con mucho gusto... Lo he entendido muy bien.

—Entonces, habla.

—Es un sermón que... que se refiere a la fe y la impiedad... Es muy sencillo y muy justo..llega al fondo de los corazones.

La vieja meneó tristemente la cabeza y nos miró a los tres con enojo:

—Sois unos desgraciados... sin sentimientos, igual que piedras. Id a trabajar.

Y salió del bosquecillo.

— Se ha enfadado la vieja!—dijo sonriendo, confuso, Michka.

Semka se rascó la cabeza, bostezó, y, siguiendo con la mirada al ama, que se alejaka por la estrecha senda sin volver la cabeza, dijo pensativo:

—¡Esos broches son de plata!

Y se sonrió satisfecho, como presintiendo algr muy bueno.

Después de pasar la noche junto a los escombros del baño, que habíamos ya derribado por completo, y de emplear la mañana en la limpieza del pozo, estábamos, hacia el mediodía, mojados y cubiertos de polvo, sentados en la escalinata de la casa, esperando que nos pagasen.