Página:Manifiesto á las naciones del Congreso General Constituyente de las Provincias Unidas (Lima. Imprenta de Ruiz. Año de 1820).djvu/3

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III


El honor es la prenda que aprecian los mortales más que su propia existencia, y que deben defender sobre todos los bienes, que se conocen en el mundo, por más grandes y sublimes que ellos sean. Las Provincias Unidas del Río de la Plata han sido acusadas por el Gobierno español de rebelión y de perfidia ante las demás naciones, y denunciado como tal el famoso acto de emancipación que expidió el Congreso Nacional de Tucumán el 9 de julio de 1816; imputándoles ideas de anarquía y miras de introducir en otros países principios sediciosos, al tiempo mismo de solicitar la amistad de esas mismas naciones y el reconocimiento de este memorable acto para entrar en su rol. El primer deber entre los mas sagrados del Congreso Nacional, es apartar de sí tan feas notas, y defender la causa de su país, publicando las crueldades y motivos que impulsaron la declaración de independencia. No es este ciertamente un sometimiento que atribuya á otra potestad dé la tierra el poder de disponer de una suerte que le ha costado a la América torrentes de sangre, y toda especie de sacrificios y amarguras. Es una consideración importante que debe á su honor ultrajado y al decoro de las demás naciones.

Prescindimos de investigaciones acerca del derecho de conquista, de concesiones pontificias, y de otros títulos en que los españoles han apoyado su dominación: no necesitamos acudir à unos