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jer. El hombre encuentra en el hogar el reposo y el contento del corazón; la mujer es sostenida por.una voluntad y conocimientos superiores; los dos presen- tan en su unión, la vida armónica del espiritu.
33. Unidad é indisolubilidad.—Dos condiciones son de la esencia del matrimonio y lo caracterizan: la unidad y la indisolubilidad del vinculo.
El amor conyugal”es un sentimiento exclusivo. El hombre no puede considerar la esposa como un obje- to, ni exigirle el sacrificio completo de su personali- dad, sin ofrcerle al mismo tiempo toda la suya. Las divisiones domésticas surgen necesariamente de la coexistencia de varias mujeres, introduciendo en la familia la enemistad. La poligamia desnaturaliza la institución del matrimonio; y, degradando á la mujer, la incapacita para ejercer su benéfica influencia, para cumplir su elevada misión.
La unión matrimonial exige en principio la indi- solubilidad para poder realizar sus altos fines. Con- siderar el matrimonio como un acto temporal, pasajero y orgánico, es degradar la institución, desconociendo la profunda diferencia que existe entre el hombre y los animales, y confundiendo la unión fatal y sexual de estos, con la voluntaria y racional de aquél. La disolución atacaría la honestidad de las familias y desencadenaria las pasiones alimentando la corrup- ción.
