las extensas. No hay que buscar en ellas, en la acepcion común se entiende, odas, elegías, epístolas, silvas, canciones y otras tales, sino coplas, sonetos, letrillas y otras análogas. Si el mérito de la poesía dependiera de las dimensiones, medrada estaria la gloria de nuestro poeta. Por fortuna, ni la magnitud de la obra poética ni la de los lienzos de la pintura se mide con metro, sino con la inteligencia. Y con esta medida pueden resultar abominables poemas enteros, y verdaderas joyas un cantar, una décima, un soneto. Poco sería cuanto se dijera de los de Manuel del Palacio, comparables con los mejores de nuestro antiguo y moderno Parnaso.
Quizás no haya autor alguno español ó italiano que pueda presentar coleccion tan variada y completa como la del gran sonetista que admiramos. Querer separar como mejores algunos solamente, sería punto ménos que imposible. Por nuestra parte renunciamos á la empresa. Y otro tanto decimos de las restantes poesías del autor cuya personalidad literaria hemos intentado bosquejar sumariamente.