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Esta incursión por la historia de la familia, da conte- nido de verdad a la expresión marxista : de que la prosti- tución aparece sólo cuando la propiedad privada ha ase- gurado la preeminencia masculina y la familia monó- gamica. ¿Su solución está entonces en la redentorista actitud sentimental de los que por ignorancia o deplo- rable visión simplista, consideran viables reacciones individualistas frente a hechos sociales y de raigambre histórica ?
El marxismo, climina esas reducciones líricas y plan- tea en terreno firme la solución. Sólo una forma social que anule: la propiedad privada y su secuela, la domi- nación masculina, la unión monogámica exclusiva y el derecho patriarcal eliminará de raíz a la prostitución.
¿Será, acaso, una vuelta a las formas primitivas de la convivencia social? No, porque las formas sociales no se repiten, ni la historia remonta su curso. Las nue- vas formas sociales que surgirán con la desaparición del capitalismo, estarán enriquecidas con la experiencia de siglos.
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