Página:Menosprecio de corte y alabanza de aldea (1922).pdf/36

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida

CAPITULO II

QUE NADIE DEVE ACONSEJAR A NADIE SE VAYA A LA CORTE O SE SALGA DE LA CORTE, SINO QUE CADA UNO ELIJA EL ESTADO QUE QUISIERE.

Aristarco, el gran filósofo te bano, dezía: quid optes aut quid fugias nescis; ita ludit tempus». Como si más claro dixese: es el tiempo tan mudable y es el hombre tan variable, que ni sabe lo que ha de descoger (1) ni puede atinar a lo que se ha de guardar. No ay cosa más averiguada que lo que este filósofo dize, pues vemos cada día que con lo que uno sana otro enferma, con lo que uno mejora otro empeora, con lo que uno prevalesce (2) otro se oscuresce, con lo que uno ríe otro sospira, con lo que uno se honra otro se affrenta, y aun con lo que uno está contento bive otro desesperado..

Preguntado el filósofo Alquimio por su amo el rey Demetrio en qué estava el mayor trabajo desta vida, respondió: «No ay cosa en que no aya trabajo, no ay cosa en que no aya zoçobra, no ay coEa en que no aya sospecha, no ay cosa en que no aya peligro, ni ay cosa en que no aya congoxa, y sobre (1) Descoger: de escoger.

(2) Prevalencer: medrar, valer más.