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le cierran la puerta, en el consejo dilatan su justicia, los contadores nunca le iibran, el arrendador nunca acepta su librança, el pagador nunca llega, su memorial nunca se vee, si se vee algún sábado dizen que no hay lugar, si pide mercedes remitenle a consulta, si busca su provisión dizen que no ha firmado el rey, si firma el rey no la halla refrendada, si la va a refrendar remítenle al sello, despachada del sello ha de ir al registro, de manera que la rescata a trabajos y la compra por dineros. En la corte, aunque no tenga uno enemigos, le desassossiegan los suyos propios. A las vezes quiere uno estarse en su casa y su muger le mata porque no va a visitar; los cuñados, porque no pide algo para ellos; los amigos, que se vaya a pasear; los parientes, que se dé al valer; los tahures, que se retraigan a jugar; los golosos, que se vayan a una huerta, y aun los livianos, que vaya a ver una hermosa. En la corte, los que una vez se avezan a andar en ella son naturalmente enemigos de reposo y amigos de novedades. 10 con quánto desassossiego bive un cortesanot, el qual, a manera de gitano, querría cada mes mudar lugar, tomar posada, conoscer amigos, cortar ropas, renovar huéspedes, rescebir criados, andar por ventas, llegarse a parcialidades, conoscer nuevas converraciones, sacar nuevas libreas, ver diversas tierres, emprender nuevos negocios, y aun topar con nuevos amores. He aquí, pues, los trabajos del cortesano; he aquí la vida del aldeano, la qual será de muchos leída y de muchos aprovada y de pocos