con las obras de los romanos y vieron la resistencia final y ejecución de Maximiliano. México en sí tiene 250.000 habitantes. Yo he resumido aquí casi un millón de personas; y parece que un ferrocarril a lo largo de la línea en la que están esparcidas comunidades como estas, creciendo a sus actuales dimensiones sin medios incluso tolerables de enfoque, no necesitan carecer apoyo.
Cierto, grandes números de la población son indios y muy pobres; pero quiero dar el ejemplo de Don Benito Juárez, el Libertador de su país de los franceses, un indio de la sangre más pura y para otros numerosos siempre accesible, para mostrar que no hay nada inherente en la raza en sí para evitar el más alto desarrollo con muchas oportunidades. Y si alguno supone que no les gusta viajar, permítanle inspeccionar simplemente los trenes de excursión donde los coches de tercera clase se suministran en grandes números.
Hice el viaje a la sección del Central a la pequeña ciudad de Tula. Su característica principal es el pasaje por el gran drenaje español, a lo largo de un lado, en el cuales se ha permitido nivelar para las vias. Este corte —el Tajo de Nochistongo, antes mencionado, diseñado para evitar inundaciones de los lagos del valle— comenzó con los virreyes como en 1607 y continuó durante un par de cientos de años. Ese gigantesco corte de —tierra para una zanja de doce millas de largo, doscientos pies de profundidad y tres cientos y sesenta de ancho— nunca fue visto en otras partes del mundo; y se dice que ha costado la vida a setenta mil peones, o trabajadores indios, en el curso de la construcción. Por qué debería haber sido, y cómo murieron —ya sea por deslizamiento o