VIA CUBA Y LA PRINCIPAL ESPAÑOLA.
I.¡BUM! ¡Dos hermosos viejos castillos dominando la estrecha entrada; por otro lado una ciudad, gris, con colores cálidos y teñida por el tiempo y las campanas de la Iglesia de los Ángeles repican para un servicio muy temprano en la mañana! ¡Era la Habana!
Empecé este viaje al antiguo México y sus provincias navegando desde el Río Este de Wall Street, el día 31 de marzo de 1881. Algunos, sin duda, algunos lo habrían comenzado, tomando el ferrocarril a nuestros confines del sur, y navegando en vapores de tamaño mediano, que surcan desde Nueva Orleans, Galveston y Morgan City -lugares que sienten el nuevo estímulo dado últimamente al comercio mexicano. Otros —y muy probablemente no podrían hacerlo mejor- habrían tomado directamente la excelente línea Alexandre, que lleva el correo de Nueva York, tocando la Habana, Progreso, Campeachy, Frontera y Vera Cruz.
Otros, acaso, más aventureros y aficionados a mezclar tantas dificultades como sea posible en su placer, podrían haber cruzado la frontera en Texas y los nuevos ferrocarriles