land, insuficiente profundidad del agua; en Sausalito, donde balleneros, Rusos y otros, están acostumbrados a reparar, Tamalpais, a 2700 pies de altura, como contra Colina Telégrafo, pero 300. La lejana Benicia y Vallejo ahora una estación naval de la costa del Pacífico y una vez brevemente la capital del Estado demasiado lejos. El vapor se usa poco. La mayor parte de los buques llegan a vela, y no hay remolcadores para tirarles. Deben poder entrar y salir con la mayor habilidad alcanzable.
¡Barcos como estos eran, según las cuentas que tenemos de ellos! Los casco más anticuados y peligrosos fueron suministrados para este último viaje. Los humanos ansiosos que llevaban tomó poca cuenta de los peligros y molestias así que estaban en el camino a la meta para que todos los espíritus aventureros buscaban. Cuando el puerto era todavía una desalmada dispersión de chozas y tiendas de campaña podía reunir unas doscientos vela, buenas y malas, a la vez. Muchos de ellos nunca salieron de nuevo. No fue a causa de dificultades náuticas, pero en parte porque no tenían cargas de regreso y principalmente porque sus tripulaciones corrían a las minas al momento de tocar tierra. Ciertas embarcaciones fueron abandonadas y convertidas en viviendas; otros, utilizadas como bodegas, pudriéndose en sus amarras y hoy en día "enterradas". La ciudad notable que vinieron, que tenía ochocientas cincuenta almas en 1848, y veinte mil en 49, ahora tiene, una existencia de treinta y cuatro años, trescientos mil.
Los edificios a nivel hicieron la tierra generalmente en cimientos con pilotes. También prevalece la práctica de amarrarlos con barras de hierro, contra el movimiento del terremoto ocasional, que se encuentra entre la idiosincrasia de San Francisco. Se propone mejorar el