erencias sobre ex glorias de tipo deslumbrante que a veces resulta difícil dar crédito, aunque, naturalmente un ferrocarril afecta grandes innovaciones en el comercio. Para el observador común parecería que la introducción de un ferrocarril espléndidamente equipado, incluso si distribuye sus bendiciones desigualmente al principio y su arancel alto, debe ser una gran ventaja y permanente a todo lo remoto, así como cercano. Por primera vez hay medios adecuados para el transporte de inmigrantes y suministros a través de toda la longitud del Estado.
El ferrocarril del Pacífico Sur ha completado las conexiones que le dan una ruta transcontinental de San Francisco, a través de Arizona, Nuevo México y Texas, a Nueva Orleans. Los inmigrantes deben ser traídos por vapor de Liverpool a Nueva Orleans y de ahí por ferrocarril a hacia el oeste central. Las tarifas a California hasta ahora han sido casi prohibitivas, que es una de las razones por que un país tan rico todavía tiene menos de un millón de personas. El movimiento lánguido de la valiosa clase de inmigración que vierte hacia el oeste, aunque atribuida por algunos alarmistas a la presencia de los chinos, es debido a los gastos de viaje y la falta de terrenos baratos para asentamiento. Los chinos no son sin duda rivales en materia de tierras, ya que adquieren poco o nada de ellas.
Las nuevas oportunidades que abrió al transporte, la depresión de los intereses de la minería y el rápido aumento de chinos, han despertado últimamente un interés excepcional en inmigración blanca. Un comité de algunas de las personas más prominentes en el Estado ha abierto una investigación sobre el medio más eficaz de promoción. Sin duda establecerá más claramente que nunca antes una cuenta de ese territorio como está abierto a colo-