cación, donde se pueden congregar rápidamente para apoyo mutuo. Todos los puestos de Arizona, tales como Campo Lowell, con su desfile de hierba y fina Avenida fina de sauces; Campo Grant, en su meseta; y campo Apache, en la confluencia de dos encantadores arroyos de, en el Cañón de Río blanco; y los demás, sólo tienen importancia estratégica y no fuerza intrínseca. El cuartel de Yuma consiste en una serie de casas de adobe cómodo, grande, enjarradas y pintadas de verde, alrededor de una plaza oblonga. Tienen en frente una peculiar cortina de persianas verdes, que elimina los reflejos procedentes de tierra amarilla y lo hace un paseo fresco y cómodo sueño en los apartamentos en el verano.
El jefe de los Yumas, sobre cuyo asentamiento se mira desde el fuerte, elige a sus sub-jefes, pero él es nombrado por el comandante militar. Se hizo la última investidura hace tanto como en 1852, por el General, entonces Mayor, Heintzelman. Lo confirió en el ahora arrugado y decrépito Pascual, descrito en el momento como "un alto, hombre bien visto, de una disposición agradable."
Gente de Pascual cultiva pequeños parches de verduras y paja en el río abajo, fecundado por la corriente anual. Su principal sustento, sin embargo, es el frijol dulce del mezquite. Estos son molidos en morteros, a una especie de harina. A veces, cuando se mueven, los indios flotan a su heno, cruzando el río en balsas, que empujan ante ellos, nadando. Llevan a los niños pequeños de la misma manera, colocándolos en sus grandes ollas de apariencia egipcia o jarras de agua.
El cosecha de frijoles de mezquite fue tan grande un año más para allá de su capacidad de consumirlo sin ayuda y hospitalariamente invitaron en sus amigos, los Pimas, para ayudarlos. El viejo Pascual describe con gestos gráficos que demacrados y lacios estaban estos visitantes a su llegada, y