millas— deja la ruta a través de Parral y Durango y toma la de Jimenez, Lerdo y Fresnillo. La razón del cambio fue la mayor dificultad y el costo de la línea original. Uno se baja en la torcida ciudad vieja de Zacatecas o Guanajuato para inspeccionar las minas, en Aguas Calientes por sus baños y, si es en la primavera, por su feria única. En Lagos se puede hacer la conexión de diligencia para Guadalajara. La División Interoceánica del ferrocarril llegará a esta fina ciudad —poco tocada aun por influencias modernas y teniendo una plaza central tan pintoresca como una escena de ópera— por abril de 88. Del brazo de esta división, atravesando San Luis Potosí, también hay completados ciento seis millas, del Puerto de Tampico al oeste.
El Ferrocarril Nacional Mexicano ha construido cuatrocientas noventa y siete millas de su línea principal, solo dejando un moderado espacio entre sus dos secciones, que aquellos con un poco gusto de aventura pueden cruzar fácilmente por diligencia. También ha construido doscientas veinticinco millas en sus ramales. La concesión del Mexicano del Sur —ruta del General Grant ha caducado. La carretera de Morelos ha pasado unas millas más allá de Cuautla, a Yautepec, y una división del Norte al barrio de Irolo.
De Irolo un ferrocarril ahora está abierto a Pachuca, y el día de la desmembradora diligencia allí es pasado. Presidente Díaz, en su mensaje anual más reciente, anuncia que el internacional, de Piedras Negras, llegará a Lerdo antes del final del año. Se han abierto valiosas minas de carbón, por el río Sabinas, en esta línea. El descubrimiento es uno de primera magnitud para México, en el que, hasta este momento, la escasez de carbón ha sido total. El proyecto de barco-ferrocarril de Tehuantepec, se ha demorado por la reciente muerte del capitán Eads, tal vez no encontrara fácilmente encontrará otro promotor tan entusiasta. Las restantes