Sin embargo, no estoy en absoluto satisfecho que las estimaciones de Poinsett y Burkhardt no sean demasiado altas; sin embargo, suponiendo que las declaraciones de 1842 y de 1793 sean casi exactas, encontramos en 49 años un aumento de sólo 1,774,111 en toda la población. Nuevamente, si suponemos que la población era 6,000,000 en 1824, (el año, de hecho, del establecimiento de la República) encontramos que en el curso de 18 años de libertad e independencia, el aumento no ha sido mayor que 1,044,140.
En los Estados Unidos de América, con sólo 650.000 más millas cuadradas de territorio ahora y sin un espacio tan grande al lograr nuestra independencia, el aumento de la población durante los primeros veinte años de libertad, no puede haber sido menos de dos millones y medio, mientras que en el transcurso de los últimos treinta años, tiene un promedio de incremento de poco más de un 33 por ciento, cada diez.
Las varias castas y las clases de los mexicanos pueden ser clasificadas de la siguiente manera:
Por lo tanto, parece que los indios y negros ascienden a 4,006,000 y los blancos y todas las demás castas, a 3,009,509. Un muy respetable y viejo residente de México, que es notable por la amplitud y exactitud de sus observaciones, estima de que la primera (o negros e indios,) solo dos por ciento, puede leer y escribir, mientras que de la segunda, en una estimación liberal, solo un 20 por ciento. Si tomamos este cálculo como correcto, como creo que es a partir de mi propia observación,—y usando la estimación del decreto de 1842 como base de la población, tendremos:
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