Página:Mexico as it was and as it is.djvu/453

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
372
APÉNDICE.

Aquí uso la palabra reanudación deliberadamente; porque, desde la época de Colón (1502) hasta 1824, esa línea fue la autopista entre España y sus colonias, a lo largo de la costa oeste, no sólo para los colonos españoles y comerciantes, sino para todo cargamento de mercancías y regimientos de soldados. El famoso Vasco Nuñez de Balboa, desde 1513, cruzó el istmo, con tropas, desde su asentamiento de Santa María del Darién, en el Golfo de San Miguel, SE de Panamá; y esta última, once años después, es decir en 1524, había convertido ya en una ciudad de importancia suficiente para tener un gobernador y proveer a Francisco Pizarro, Diego de Almagro y Fernando Luque, los hombres, armas y buques con que procedieron a la conquista del Perú. Poco después, se convirtió en la sede de una real "Audiencia" y hasta la supresión de los galeones españoles y la apertura del libre comercio, fue el gran emporio de todas las mercancías desde España, destinados a la costa sur de Nueva Granada y Perú y los puertos del norte de Guatemala. Durante la final de la guerra de independencia en el Perú, varios regimientos de España fueron enviados por el Chagres a Panamá y desde allí, por transportes, a Perú; y fue por el mismo curso, que Cruz Mourgeon—el último Virrey nombrado por España para Nueva Granada—pasó, con sus fuerzas, en 1822. La historia de los bucaneros demuestra que, tan temprano como los días de la reina Isabel, nuestros propios compatriotas piratas y otros habitantes sin ley de las Antillas, estaban bastante familiarizados con esta ruta, que ellos usaban y reusaban a placer; y hasta que se abrió el comercio con el Pacífico, por el cabo de hornos, a nuestros propios comerciantes, suministraron las necesidades de los colonizadores españoles en las costas del Pacífico, a través de Jamaica, por el mismo canal. Por lo tanto, es evidente, que reanudar esa vieja línea de comunicación, sin la ayuda de ferrocarril o Canal, (aunque sin duda cualquiera de estos facilitaría en gran medida el transporte de pasajeros y mercancías,) la Pacific Steam Navigation Company no hace ningún experimento nuevo o peligroso. Un mercante británico, entonces viajando a bordo del buque, cuyo curso se da en el mapa adjunto al presente trabajo, tan recientemente como 1824, abordó en Panamá y llevó a San Blas, mil fardos de mercancías, compradas y embaladas en Jamaica y que había sido llevada a través del istmo, por el camino indicado. Los gastos de cada fardo en Panamá fueron siete dólares y tres reales y constaba de los siguientes elementos, a saber:

Dllrs. Reales.
Carga de cada Fardo de Jamaica a Chagres,- - - - - - - - - - - - - -        2        0
Agencia en Chagres,- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -        0        4
Carga por canoa de Chagres a Cruces, - - - - - - - - - - - - - - - - -        1        5
Pago de Depósito en Cruces, - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -        0        4
Agencia,- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -        0        2
Renta de mulas de Cruces a Panamá (7 leguas), - - - - - - - - - - - -        2        4
       ------        ------
En total, - - - - - - - -        7        3

en cada fardo de unos 150 libras de peso. Las canoas en el Chagres son lo suficientemente grandes como para tener ochenta de estos fardos a la vez; tienen "Toldos," (una especie de toldo, hecho de hojas de caña y Palma, impermeables al sol y lluvia,) son bastante seguro y administrados, con gran habilidad, por marinos negros notables por su tamaño y fuerza.

Sería necesario cierto grado de cálculo, para permitirme instituir una comparación exacta entre estos cargos y las de las mismas mercancías transportadas por el cabo de hornos. Me inclino a pensar, que para las mercancías transportadas por este ultimo sería la ruta más barata; pero, en encaje, lencería fina, sedas y joyas, el gasto adicional podría no ser sensiblemente sentido; y cuando el objeto es ser el primero en un mercado; en tiempos de guerra, para eliminar riesgo; y en todo momento, para guardar el interés del dinero, la