protección que venden y la fundación piadosa que imaginan. Bauer hace las cosas, pero no las dice. Sus actos privados son interesantes, porque en ellos hay siempre la tendencia al bien.
Un banquero de Madrid me contaba en cierta ocasión que nunca había negado dinero á sus amigos por una vez.
En esto se ve clarisimamente el deseo de ganar amigos.
Lo difícil es dar siempre que se adivina la necesidad ó el favor. No haya cuidado que yo saque á luz nombres propios, pero yo sé los infinitos favores hechos por Bauer....
— ¿Luego se los ha contado él? — dirá el lector.
— Al contrario; me los han contado ellos.
¿Y qué mayor recompensa para un millonario que oírse alabar por todas partes?
El español es agradecido. Suele no contar lo que debe, pero cuenta siempre el favor que le han hecho.
Bauer tiene, sin saberlo él mismo, una cantidad enorme de propagandistas en España.
¡Pero ceso aquí, no vengan á abrumarle por culpa mía!