colonizadoras a los vencidos, para que no recuerden, para que no tengan identidad, orgullo y fuerza interna. Que no reclamen, que acepten sumisos y resignados la cinco centenaria explotación y depredación de sus amados hijos y de sus reverenciadas tierras.
CUAHUTÉMOC...la última proclama.
“Nuestro sol se ocultó
Nuestro sol desapareció su rostro
Y en completa oscuridad nos ha dejado
Pero sabemos que otra vez volverá
Que otra vez saldrá
Y nuevamente nos alumbrará
Pero mientras allá esté y la mansión del silencio permanezca
Muy prontamente reunámonos y estrechémonos.
Y en el centro de nuestro ser ocultemos
Todo lo que nuestro corazón ama
Y que sabemos que es gran tesoro
Destruyamos nuestros recintos al principio creador
Nuestras escuelas nuestros campos de pelota
Nuestros recitos para la juventud
Nuestras casas para el canto y el juego
Que nuestros caminos queden abandonados
Y que nuestros hogares nos resguarden
Hasta cuando salga nuestro nuevo sol.
En el conocimiento y revaloración de muestro antiguo pasado
se encuentra nuestro luminoso futuro.
Los papacitos y las mamacitas,
que nunca olviden guiar a sus jóvenes
Y hacer saber a sus hijos mientras vivan
cuan buena ha sido hasta ahora
nuestra amada madre tierra
El Anáhuac.