Objeto de grandes comentarios fué, hace algunos
el hecho de haberse presentado á la Policía
Una hermoslsima joven, declarándose autora de un
crimen, y pidiendo que la arrestasen.
Llamábase Leonor X y tenía apenas veinte años; era blanco el color de su rostro y de reflejos rosados, empalidecidos vagamente por un intenso sufrimiento; sus ojos pardos eran de clara y suave mirada; su boca, de labios delgados y espresivos; su nariz, no del todo correcta, pero graciosa, — un conjunto simpático, atrayente, desde el primer momento.
Acompañaba á Leonor, un hombre de sesenta años á lo sumo, sencillamente vestido á usanza del campo, de fisonomía abierta y franca, espesa barba gris, ondeados cabellos del mismo color, sombrero gacho, inclinado sobre las cejas, y poncho de vicuña al hombro.
Padre é hija habían descendido momentos antes
de uno de los primeros trenes que llegaban de la campaña, y se habían encaminado al Departamento de Policía.