Página:Ninon Lenclos Cartas.djvu/160

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida

CARTA XXV

Mi última carta os ha escandalizado, murqués. ¿Queréis acaso que no sea imposible encontrar mu- jeres virtuosas en los tiempos actuales? ¿Os he dicho yo lo contrario? Al hacer la comparación de las mu- jeres con plazas sitiadas ¿he afirmado que no existen ciudades que no hayan sido tomadas? No he po- dido afirmar eso, porque las hay que no han sido si- tiadas. Ya veis que soy de vuestra opinión. Sin em- bargo, voy á explicarme; he aqui mi profesión de fe sobre este punto. Creo firmemente que existen mu- jeres virtuosas en el caso de que nunca hayan sido atacadas ó en la suposición de que el ataque fuese mal dirigido. Es más; creo en mujeres virtuosas á pesar de todos los ataques, cuando su temperamento es refractario al amor, cuando no son víctimas de una pasión violenta, carecen de libertad ó su marido no es odioso. Me dan ganas de contaros una conver- sación que, siendo yo muy joven, tuve sobre este asunto con una mojigata desenmascarada por una aventura ruidosa. Entonces yo no tenía experiencia. Juzgaba á los demás con la severidad que se conserva hasta que aigunas faltas personales nos dan más