Página:Novelas de Voltaire 1.djvu/78

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida
78
ZADIG,

de oro, y yo le hice ver con evidencia que ganaria mas conmigo: le creé bandolero inferior, y hoy es uno de los mejores y mas ricos oficiales que tengo; y si me quereis creer, haréis vos lo mismo. Nunca ha corrido tiempo mejor para robar, desde que ha sido muerto Moabdar, y que anda en Babilonia todo alborotado.

¡Moabdar ha sido muerto! dixo Zadig: ¿y que se ha hecho la reyna Astarte? Yo no lo sé, replicó Arbogad; lo que sí sé, es que Moabdar se volvió loco, que fué muerto, que Babilonia esta hecha una cueva de ladrones, todo el imperio en la desolacion, que se pueden dar buenos golpes, y que yo por mi parte he dado algunos ballantes. Pero la reyna, dixo Zadig, ¿por vida vuestra nada sabeis de la suerte de la reyna? De un príncipe de Hircania me han hablado, replicó; es de presumir que sea una de sus concubinas, á ménos que en el alboroto la hayan muerto; pero á mí lo que me importa es avenguar donde hay que robar, y no noticias. Muchas mugeres he cogido en mis correrías, pero á ninguna conservo; quando son bonitas, las vendo caras, sin informarme de lo que son, porque nadie compra la dignidad, y para una reyna fea no se encuentra despacho. Posible es que haya yo vendido á la reyna Astarte, y posible es que haya muerto; poco me importa, y me parece que tampoco debe de importaros mucho á vos. Diciendo esto bebia con tanto aliento, y de tal manera confundia