después, el de la vieja señora, que arrojó en el acto de cabeza por la ventana.
Cuando el mono se aproximaba a la ventana con su mutilada carga, el marinero retrocedió espantado hacia la cadena del pararrayos, y deslizándose más bien que bajando por ella, se apresúró á llegar á su casa de una vez — temiendo las consecuencias de la carnicería, y abandonando, en su terror, toda solicitud acerca del destino del Orangután. Las palabras oidas por los vecinos al subir la escaleras, fueron las exclamaciones de horror del francés, mezcladas á la diabólica jerigonza de la bestia.
No tengo nada que añadir, casi. El Orangután debe haber escapado del cuarto, por la cadena del pararrayos, antes de que violentaran la puerta. Debe haber cerrado la ventana tras de si. Fué posterioremente capturado por el propietario, quien obtuvo por él una fuerte suma en el Jardín des Plantes.
Le Bon fué inmediatamente puesto en libertad, después de nuestra narración (con algunos comentarios de Dupin) en el bureau del Prefecto de Policía. Este funcionario, aunque bien dispuesto hacia mi amigo, no podía ocultar del todo su mal humor al ver el aspecto que habían tomado los negocios, y se permitió un sarcasmo ó dos, acerca de la conveniencia de que cada persona atendiera únicamente sus propias obligaciones.
— Déjele Vd. hablar, dijo Dupin que no había creído necesario replicar. Déjele Vd. discurrir, eso