Los labradores hacen igualmente muy buenas cosas, pero la principal es alimentar al hombre con los productos de la tierra.
Convengo en ello.
Díme, pues. ¿De todas las cosas bellas que los dioses hacen por el ministerio de nuestra santidad, cuál es la principal?
Ya te dije ántes, Sócrates, que es difícil explicar esto con toda exactitud. Lo que puedo decirte en general es, que agradar á los dioses con oraciones y sacrificios es lo que se llama santidad, y constituye la salud de las familias y de los pueblos; en lugar de que desagradar á los dioses es entregarse á la impiedad, que todo lo arruina y destruye, hasta los fundamentos.
En verdad, Eutifron, si hubieras querido, habrias podido decirme con ménos palabras lo que te he preguntado. Es fácil notar, que no tienes deseo de instruirme, porque antes estabas en camino, y de repente te has separado de él; una palabra más, y yo conoceré perfectamente la naturaleza de la santidad. Al presente, puesto que el que interroga debe seguir al que es interrogado, ¿no dices que la santidad es el arte de sacrificar y de orar?
Lo sostengo.
Sacrificar es dar á los dioses. Orar es pedirles.
Muy bien, Sócrates.