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doctrina tiende á absorber á éste en la generalidad, que era la única que le parecía á él digna de atencion. Aristóteles, efecto de una reaccion natural, coloca la esencia en el individuo y no la separa de él; segun este filósofo, no es la idea la que produce al hombre, al realizarse en él; es un hombre, dice, el que produce un hombre. Lo general aparece aquí sacrificado á lo particular. Ni Aristóteles yerra absolutamente, ni absolutamente yerra Platon. Cada cual ha tomado un lado de la verdad; uno y otro tienen razon en lo que aceptan, y no la tienen en lo que niegan. La misma diferencia se encuentra en su cosmogonía y con los mismos caracteres. El dios de Aristóteles no se reproduce á cada instante en su obra; ha organizado el universo de toda eternidad; ha realizado la forma, ha dado el impulso, y los mundos siguen el camino que les ha trazado. En el movimiento primitivo están contenidas todas las trasformaciones futuras, que se producen poco á poco y nacen sin cesar las unas de las otras; donde se reconoce el gérmen de la armonía prestablecida de Leibnitz. El dios de Platon es un obrero más activo; ha formado el mundo, le renueva incesantemente produciendo nuevos individuos, pero conformándose siempre con el tipo que adoptó al principio por ser el más perfecto.

Dificil era que Platon, despues de haber penetrado tanto en la ciencia, omitiese uno de los principios más importantes, principio que se manifiesta con la mayor evidencia, el principio del bien, la causa final. Tambien en este punto las acusaciones de Aristóteles son, cuando ménos, exageradas.

Platon dice expresamente[1], que el bien es la nocion suprema, el principio de todas las cosas, y que bien es Dios. Dios es el principio de todo bien en el mundo sensible y en el mundo inteligible, y el órden y la armonía del universo son el resultado de su accion incesante. Es imposible dejar de reconocer en estos caracteres la causa final.

Sin perjuicio de protestar contra la severidad de la critica de Aristóteles, es preciso confesar que estos diversos principios no son siempre bien definidos por Platon, que los emplea con frecuencia de una manera poco científica. Platon no siempre está de acuerdo consigo mismo; acumula inmensos materiales útiles para la ciencia, pero la ciencia no ha dicho por su boca la última palabra.

Todos los principios de los séres han sido por tanto estudiados, ya por Platon, ya por los filósofos anteriores, pero es aún dificil reconocerlos en medio de la vaguedad y de las contradicciones de sus sistemas. Aristóteles va á apoderarse de sus descubrimientos, va á coordinarlos y aclarar los unos por medio de los otros, y uniendo á ellos sus propias indagaciones, constituirá la filosofia primera, y la asentará sobre bases de tal manera sólidas, que apenas podrán veinte siglos conmover el monumento por él levantado.


  1. Republica, VI.