Llegó por fin el fatal instante, y pronunciando claramente sus labios trémulos las palabras ¡todo mortal!... voló á su Creador aquel alma buena y pura, dotada de tan no comunes facultades artísticas, que yo, pudiendo apreciar por el continuado trato las mayores capacidades literarias de mi época, no vacilo en asegurar que ninguna he visto dotada á un tiempo de tantas condiciones creadoras, unidas á un gusto tan exquisito y elevado.
Aunque, como se verá después en el rápido examen que de sus obras haga, deja impreso en ellas lo bastante el carácter del genio para que se le señale un puesto entre nuestros escritores y poetas, los que le conocíamos admirábamos á Gustavo, más por lo que esperábamos de él, que por lo que había hecho. Puede decirse que todo lo que concibió está escrito al volar de la pluma, sin recogimiento previo de la facultades intelectuales, y entre la algazara de redacciones de periódicos ó bajo el influjo de premiosos instantes. Esto mismo, que ve la luz pública tal cual lo hemos hallado, no pensaba él publicarlo sin corregirlo antes cuidadosamente, porque lo había escrito de prisa y como para que no se le olvidasen asuntos é ideas que no le parecían malos.
En cada punto de España que había visita de durante su vida artística, había levantado su fantasía poderosa, unida á su nada común saber, un