Página:Obras de Leandro Fernández de Moratín - RAH (Tomo III).djvu/14

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ADVERTENCIA.

advierte; y tal es el diálogo castellano con que supo animarla y hacerla española.

Ya estaba concluida esta obra, cuando una pérfida invasión alteró la quietud de España en el año de 1808. El rumor espantoso de la guerra hizo enmudecer á las musas, desanimó á las artes, y ocupada la capital, como toda la Península, por los ejércitos enemigos, el mayor empeño que tenían los que mandaban entonces era el de mantener y multiplicar las diversiones públicas, dar novedad y esplendor á los espectáculos, y hacer que un pueblo oprimido cantase al son de las cadenas. Fueron muy poderosas las instancias que se le hicieron á Moratin para que diese al teatro nuevas producciones; pero no existían ya los motivos que le habían estimulado á ocuparse en esto. Nada quiso hacer de nuevo, y solo se pudo conseguir que diese á los cómicos y á la prensa la traducción de La Escuela de los Maridos, advirtiendo él mismo en el prólogo que con ella se despedía para siempre del teatro.

Representada en el del Príncipe el dia 17 de marzo de 1811, fue recibida con el aprecio que era de esperar, en atención al deseo que generalmente se manifestaba de ver alguna otra composición suya, después del largo silencio que habia guardado.

Es poco elogio de Isidoro Maiquez decir que hizo con perfección el papel de don Enrique, acostumbrado á sobresalir en otros de mas difícil desempeño. Josefa Virg, que con tanto primor habia sostenido su parte en La Mojigata y El Sí de las Niñas, correspondió en el carácter de doña Rosa al concepto de excelente actriz que tenia asegurado ya en el público.