Página:Obras de los moralistas griegos. Marco Aurelio-Teofrasto-Epicteto-Cebes (1888).pdf/27

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida
XXV
M. AURELIO.—SOLILOQUIOS.

SOLILOQUIOS.

XXV — de los cortesanos, y se renovó el ejemplo y armonía de los emperadores Vespasiano y Tito.

A 7 de Marzo del año 912 de Roma, de Cristo 161, murió Antonino en Lori, casa de campo á que tenía particular cariño por haberse criado en ella. Antes de morir, en presencia de los principales jefes de Palacio y amigos, confirmó la elección de M. Aurelio por sucesor suyo, encomendándole á la República y á Faustina, su hija única; y en cierto modo traspasó en él toda la autoridad suprema, mandando que llevasen alcuarto de su hijo la estatua de la Fortuna, perpetua compañera de los emperadores. Apenas empuñó el cetro M. Aurelio, cedió la mitad de él al hijo de Cejonio, y como si le adoptara, le comunicó su nombre, de que usaremos en lo sucesivo, prometiéndole solemnemente en matrimonio á su hija Lucilla. La única cosa que se reservó fué la dignidad de pontífice máximo; y en lo demás los dos Augustos no dividieron entre si las provincias del Imperio, como Octaviano y Antonio; antes bien las gobernaban de mancomún, al modo que dos hermanos de condición privada pro indiviso administran su patrimonio; sin embargo de que M. Aurelio tenia sobre Lucio Vero la prerrogativa de la edad, y mucho más la del mérito. Los principios del reinado se emplearon en las honras de Antonino, en distribuciones de dinero[1] á la tropa, y de congiarios ó comestibles al pueblo, aprovechándose Marco de la paz en que estaba el Imperio para continuar sus estudios, sin desdeñarse de asistir con la púr- [1] Según consta de Suetonio, lib. 1, cap. XXXVIII,


  1. 1,0 1,1